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MISA DE MEDIANOCHE (MIDNIGHT MASS)

Actualizado: 5 oct 2021

Cuando el terror se vuelve existencialista




Plataforma: Netflix


Director: Mike Flanagan


Guionista: Mike Flanagan


Sinopsis: Una comunidad al borde de la extinción y ávida de fe recibe la llegada de un carismático sacerdote, que trae consigo milagros, misterios y un renovado fervor religioso.


Lo reconozco, no soy un fanático del género. Intento ver todo tipo de filmes, especialmente cuando los espectadores alaban algo diferente, alejado de los convencionales (y entretenidos) taquillazos de terror como Halloween o Saw. Un ejemplo de ello serían The Lighthouse de Robert Eggers o Candyman de Nia Da Costa.


Aún así, eso no me ha privado de poder disfrutar de esta extraordinaria miniserie de Netflix. Porque si Misa de Medianoche destaca por algo, es la autoría de su creador, guionista y director: Mike Flanagan. No os engañaré, vi un par de sus películas (Ouija: el origen del mal, Juego de Gerald) y me parecieron muy flojas. No daba crédito cuando me enteré de que era el mismo director de una serie que me fascinó hace unos años.


Y es que en el festival de Sitges de 2018 descubrí a un autor que sabía crear atmósfera a través de largos planos de las paredes de una oscura (y encantada) casa. Porque los fantasmas de La Maldición de Hill House (Netflix) consiguieron algo inaudito: meterme el miedo en el cuerpo. En el terror, eso es imprescindible. Porque con Michael Myers me río en vez de pasarlo mal. Y si bien Hill House bebía de los clásicos jumpscares (sustos) del género, Flanagan ya empezaba a construir una atmósfera “malrollera” que no deja indiferente. Además, nos devolvió a Henry Thomas, el niño de E.T, que también aparece en Misa de Medianoche interpretando al padre del protagonista.

Irónicamente, todo eso ha surgido vía Netflix y una producción que ha conseguido que la pequeña pantalla luzca más grande que nunca.


Así pues, entramos en el fervor religioso de la remota isla de Crockett, poblada por unos peculiares personajes que parecen sacados de las adictivas novelas del “padre espiritual” de Flanagan: Stephen King. Desde un exconvicto con remordimientos hasta un sheriff musulmán rodeado de fervientes católicos. Todos ellos nos contarán su historia a través de la religión y su relación con un nuevo sacerdote, interpretado magistralmente por Hamish Linklater.

La paz en la isla desaparecerá cuando este empiece a obrar milagros y desencadenar hechos cercanos a lo sobrenatural. He aquí la influencia del escritor de Maine, especialmente en el vampirismo de El Misterio Salem’s Lot, las desapariciones misteriosas, etc.


Hamish Linklater como el sacerdote Paul

Todo esto puede parecer un compendio de situaciones en las que el horror se impone, pero lejos de esa idea se encuentra Misa de Medianoche, que, en realidad, es una serie dramática que nos habla del amor, la vida, el arrepentimiento y la fe. Y es que hay sangre, sustos y monstruos, pero camuflados entre una enorme cantidad de diálogos, cargados de referencias bíblicas, que pueden hacer que el espectador abandone el viaje. A mi, sin embargo, me han parecido ideales para construir la atmósfera comentada anteriormente, que se cuece a fuego lento.


Parte de culpa la tienen los personajes protagonistas, el exconvicto Riley Flinn (Zach Gilford) y el amor de su infancia, Erin Greene (Kate Siegel). Y es que ambos lastran el ritmo de la serie en unos monólogos existencialistas de hasta 7 minutos donde, Flanagan, en vez triunfar con sus planos estáticos, fracasa. Porque lo que pretende ser bello acaba convirtiéndose en verborreico. Ocurre todo lo contrario con Beverly Keane (Samantha Sloyan), un personaje que abraza la locura más devota de la religión y nos aterroriza cada vez que pronuncia la palabra señor, Dios o profeta.



Lástima que algunas de las actuaciones se vean lastradas por una horrosa, valga la redundancia, decisión de producción. Y es que muchos de los personajes llevan demasiadas capas de maquillaje en un intento de conseguir que actores de 30 años aparenten 80. No obstante, eso se ve compensado por unos efectos prácticos muy satisfactorios, que sacarán el lado más salvaje de los habitantes de Crockett en los últimos capítulos de la miniserie. Y es que el episodio 6 es de lo más espectacular que he visto en cuanto a dirección en los últimos años. Y os hablo de momentos como el plano secuencia de True Detective (T.1) o el desenlace del capítulo piloto de The Walking Dead.


Preparaos para un viaje escatológico donde el demonio se convertirá en ángel. Y lo hará gracias al guion y la dirección de Flanagan, que dan la vuelta a la tortilla a un género que parecía imposible de redefinir.


POL MARTÍN DE HARO (@polmartinh)

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