La crueldad de la edad media
Director: Ridley Scott
Reparto: Matt Damon, Adam Driver, Jodie Comer, Ben Affleck...
Sinopsis: Basada en hechos reales, la película se centra en el duelo entre Jean de Carrouges y Jacques Le Gris, dos amigos que se convirtieron en rivales. Localizada en la Francia del siglo XIV, cuenta la historia de Marguerite de Carrouges, que declara haber sido violada por el caballero Le Gris, el mejor amigo de su marido Jean. Al no creerla nadie y ante tal ofensa, su marido acusa a su mejor amigo ante el rey, Carlos VI, quien decide autorizar un duelo a muerte entre ambos.
Si hablamos de duelos, el señor Scott y yo llevamos realizando uno desde hace años. Y es que a pesar de ser un director que me fascina, en cuanto a grandes obras cinematográficas, podemos afirmar que desde American Gangster (2008) no ha parado de estrenar películas, cuanto mínimo, cuestionables. Todavía más si sabemos que las dirige el padrino de Blade Runner, Alien o Gladiator.
Sin embargo, el cineasta británico ha contraatacado a lo grande con una historia escrita, dirigida e interpretada magistralmente. En ese sentido, El Último Duelo es una película cuyas proezas son mucho mayores que sus fallos, a los que podemos reprocharles una excesiva duración (2h 40 min) y una estructura que, aunque bien desarrollada, acaba lastrando el resultado final por la repetición de determinadas escenas.
Así pues, esta es la trágica historia de Marguerite de Carrouges (Jodie Comer) y aunque sólo ella será capaz de contarnos la verdad, tanto su marido Jean (Matt Damon) como el hombre que la violó, Le Gris (Adam Driver), aportan diferentes puntos de vista al más puro estilo Rashomon de Kurosawa.
Todo ello está representado en 3 capítulos que demuestran que, para algunos, la verdad no es más que algo subjetivo. Es por ello por lo que Ben Affleck y Matt Damon, responsables del guión, lo remarcan especialmente en la visión de la víctima y el verdugo, diametralmente opuestas.
Una puesta en escena rica en planos, movimientos de cámara y sutileza en los momentos más impactantes del filme, son lo más destacable de esta dramática gesta medieval. Especialmente, cuando nos damos cuenta de que Ridley Scott tiene actualmente 83 años. Tal vez sea esa madurez la que haya dado pie a una superproducción atípica en la taquilla actual, que recuerda a títulos del propio director como El Reino De Los Cielos, tanto en el ritmo, la ambientación como en el tratamiento de los personajes, especialmente los femeninos.
Además, todo ello viene acompañado de unas magistrales interpretaciones, especialmente Jodie Comer, cuyo personaje demuestra la dureza de algunas de las barbaridades cometidas durante la época medieval. Mención aparte para Ben Affleck y su personaje de perilla rubia, que consigue sacar más de una sonrisa al espectador con las orgías y banquetes que organiza en palacio.
También cabe destacar un espectacular diseño de producción que a través de sus castillos, vestidos, armaduras y espadas, consigue que nos sintamos desde el primer minuto en la Francia del siglo XIV. No se queda atrás su banda sonora, digna del mejor juglar del medievo.
No obstante, la guinda del pastel y lo que más me ha sorprendido, es el espectacular (y violento) duelo final que titula la película. Ridley Scott consigue poner los pelos de punta, especialmente si desconocemos el desenlace de esta trágica historia.
Desafortunadamente, la taquilla no parece reflejar este entusiasmo y todo apunta a que la última película de Scott acabará siendo un fracaso económico. Puede que para el mercado norteamericano, aunque estoy convencido de que en Europa gustará (y mucho). No dejéis que su lento ritmo os eche para atrás. Puede que sea una de las mejores (y más emocionantes) películas del año.
Pol Martín de Haro (@polmartinh)